viernes, 20 de noviembre de 2009

Mateo 16:25, Marcos 9:35, Lucas 9:24.

El que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que por Mí la pierda, la salvará.

¿Acaso los cientos de miles de personas que acaban de perder su vida en este segundo lo "han hecho" por intentar salvar su vida? Es fácil decir que han muerto porque "la vida es así" o porque es natural o porque eran mortales o porque la muerte es parte de la vida. Si fuera una sola de esas razones, las demás serían falsas, como la de por querer salvar la vida. El impulso de SALVAR LA VIDA requiere sentir que LA VIDA no está segura. Realmente es UNO MISMO quien se siente inseguro, desconfiado, es decir, falto de confianza en que la Vida ("") se autoconserva y conserva sus formas para su transformación y evolución a formas más sutiles, cual Consciencia energética y Energía consciente. Es lógico no confiar en ello porque en el Libro de la Historia, escrito por Hombre y Mujer, no se dan pruebas de ello, pero sí de que Mujer y Hombre no pueden conservar la vida. Es una gran lección de la Historia para plantearse la idea de que la Vida es la que conserva a la humanidad, como el aceite virgen(=puro) conserva los productos que en él se metan, que espiritualmente simboliza al Aceite de la Vida, el Elixir, el "Mí" (...pero el que por "Mí" la pierda, la salvará).
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El desafío está servido para la mujer y el hombre. Un hombre en situación de riesgo de muerte rogaba a Dios que le salvase; Dios le respondió "Sea tu voluntad, hijo mío; te traeré conmigo al cielo"; el hombre le dijo "Bueno, pensándolo mejor... déjalo!". Salvar la vida es una reacción instintiva de la conciencia que se sabe no preparada para "abandonar este mundo" al que aún concibe como la única realidad tangible y "segura" entre sus inseguridades. Por otro lado, el Mundo es la única "realidad" en la que es posible, más allá de intentar realizar eso llamado "la salvación" o "la redención", desentrañar el misterio, comprender la trampa, el engaño, la ilusión -el quid- de la dualidad, pues como todo concepto humano el de "salvación" tiene opuesto "condenación" y sus dos aspectos altruísta y egoísta. De hecho, si no hay condenación, no hay necesidad de salvación. O si no hay desesperanza en el presente, no se necesita tener esperanza en el futuro.
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Que la Vida pueda conservar a la Humanidad es incomprobable para una mente "mortal" y que no sale de los límites de la Historia. Lo que sí se ha demostrado Mujer y Hombre a diario en la Humana Historia es que... no pueden conservar la vida.
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Mateo 16:25, Marcos 9:35, Lucas 9:24.
El que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que por Mí la pierda, la salvará.
("Mí" = la Vida = Yo soy la Vida)

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