viernes, 27 de noviembre de 2009

Renacimiento

Juan 3,3:
Te aseguro que el que vuelve a nacer, entra en el reino.
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Volver a nacer... Si lo entendemos literalmente como volver a entrar en la placenta materna, nos parecería imposible, a no ser que tengamos en cuenta la idea de morir y después volver a otro espermatozoide, ser eyaculado al cuerpo femenino, gestarse... y volver a nacer.
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Puedo desarrollar otra idea más al reflexionar improvisadamente sobre la idea del nacimiento que sí conocemos. Cuando un bebé nace SALE de la placenta humana ENTRA en otra placenta de mayor dimensión de una Madre de mayor dimensión: la atmósfera de la Madre Tierra. Esta Madre no es como una madre animal ni humana porque su placenta no está dentro de su cuerpo sino que, precisamente, ella misma se envuelve en su propia Placenta biológica. Y ella, la Madre Naturaleza, es madre por tener esposo, el Padre, y al ser la Creación lo es de el Creador y, según aquello de que la Naturaleza esa sabia, ella es custodio y albergue de la Sabiduría del el Creador.
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Es fácil hacerse la idea de que este "Padre Creador" pueda ser aquello que tanto ha sido manoseado por el perfectamente imperfecto (e imperfectamente perfecto) pensamiento humano mediante el concepto "Dios", aunque podríamos imaginar también al Sol como "Padre creador" de la Tierra, aunque no lo es del resto del universo. El caso es que Madre y Padre lo ES (como Unidad, no como "dos") porque tiene hijos: minerales, elementales, vegetales, animales... humanos.... aunque estos lo sean teóricamente en un principio. Por tanto, la Madre -con todos sus órganos o formas biológicas- forma parte del reino del Padre, como todo planeta y estrella en el Espacio universal. Las apariencias (creación) en el Espacio son el Efecto, los reflejos visibles de la Esencia invisible (causa creadora). Así, igual que un bebé se desprende de la placenta de la madre humana para nacer a la placenta de la Madre espiritual (Madre sólo hay una), aunque un tiempo después se aisla adquiriendo gradualmente el necesario velo perceptivo e ideológico (político y religioso) de la Sociedad, una Madre Adoptada, así se desprende de este velo, de modo que la conciencia, el hijo espiritual, el alma, regresa a su estado original, desnuda en la Desnudez de la Sabiduría de "el Padre" en el seno de la verdadera "Madre". Primero nació con cuerpo desarrollado al contacto del agua de la placenta de la madre humana, y luego volvió a nacer como espíritu al contacto del espíritu (del Padre celestial) custodiado por la Madre Terrenal.
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Juan 3:
5- El que nace del agua y del espíritu, entra en el reino.
7- Es necesario nacer de nuevo.

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