Lucas cuenta que Dios envía un mensajero (ángel) a Nazaret, a una mujer virgen llamada María, prometida de un hombre descendiente de David, llamado José. El ángel (o Dios a través de su ángel o "mensajero" llamado Gabriel) se le aparece para anunciarle que su Espíritu Santo (el de Dios) la fecundará y tendrá un hijo divino (de Dios), que le ha de llamar Jesús y que el Señor (Dios) le dará el trono de David, su padre. Es decir que, según Lucas, el Señor (Dios) le dice a María que David es el padre de Jesús, aunque la semilla que pondrá en su vientre no procede de David (ascendente de José) pues procede del propio Dios.
Según Mateo, también José recibe en sueños tres visitas de un mensajero (ángel) del Señor. La primera vez, el Señor (a través de su ángel) le saluda llamándole "hijo de David" y le dice que no tenga reparo en recibir a María en su casa, pues su embarazo no se debe a que haya estado con otro hombre sino que procede del Espíritu Santo, y que ha de poner por nombre "Jesús" al hijo que María dará a luz. En la segunda visita en sueños, el Señor avisa a José de que Herodes quiere matar al niño y de que han de huir a Egipto hasta que él les avise. Es decir que ya estaban en Belén (y el niño había nacido ya), lo cual es narrado por Lucas (que el emperador César Augusto publica un edicto de empadronamiento que obliga a José a instalarse en Belén, la ciudad de su ascendente, David). Mateo continua con que María da a luz en Belén, y señala que tal fue para que se cumpliese lo que el Señor (Dios) había dicho a través del profeta Isaías (7:14): La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien ella pondrá por nombre Emanuel) aunque José le da el nombre de Jesús, tal como le había indicado el propio Señor a través de su mensajero/ángel.
Entonces llegan a Jerusalén unos magos que habían visto "la estrella del rey de los judíos" y Herodes les pide que vuelvan a verse para que le digan donde está el niño pues él también quiere rendirle homenaje. Viajan a Belén, y tras visitar al niño también reciben un mensaje en sueños: que no volvieran a donde estaba Herodes, así que regresaron a su país por otro camino. Ante el "desplante" de los magos (avisados en sueños por Dios), Herodes reacciona ordenando matar a los niños menores de 2 años para intentar asegurarse de que alguno de los niños fuera el "rey de los judíos". Herodes era el Rey de Judea (Rey de los Judíos) y temió al ver amenazado el poder político de su estirpe ante la llegada de un futuro "rey de los judíos" que no era de su estirpe. El caso es que realmente Mateo no narra que unos hombres vestidos de soldado -que fueron niños menores de 2 años- mataran a niños menores de 2 años, aunque sí señala de nuevo que así había predicho el profeta, en este caso Jeremías. Si así ocurrió, la intervención de Dios al avisar a los magos en sueños habría sido el desencadenante de que esos niños volvieran al cielo con Dios (y sus madres murieran de dolor) o reencarnaran.
La tercera vez que se le aparece el Señor a José en sueños le informa de que Herodes ha muerto y que ya pueden regresar a Belén, aunque José, al saber que el hijo de Herodes (Arquelao) gobernaba en Judea, regresa a Nazaret de Galilea (donde María había sido visitada en sueños por Dios -a través de su ángel Gabriel- y había sido embarazada por el Espíritu Santo). Mateo dice que así era para que se cumpliera la escritura: que sería nazareno, y de aquí que a Jesús se le haya llamado "Jesús de Nazaret" o "Jesús de Galilea", pero no Jesús de "Judá" o Jesús de "Belén", que fue la supuesta localidad en la que nacería el mesías, según los sacerdotes y maestros de la ley le habían dicho a Herodes tal como estaba escrito por el profeta Miqueas (capítulo 2): Y tú, Belén... de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel. A Belén se le llama Ciudad de David aunque en el 2º Libro de Samuel capítulo 5 versículo 9 se dice que la "Ciudad de David" era el nombre que David dio a la fortaleza de Sión (Jerusalén) desde donde David reinó 33 años en su reino de Israel, y Belén sería sólo la ciudad en la que David nació. Con todo, queda el misterioso personaje llamado "Emanuel".
En relación al número 33 que fue el número de años que David reinó en Israel, también se dice que Jesús vivió 33 años en el "reino del mundo" antes de resucitar al "reino de Dios", pero si nació 7 años antes de lo establecido entonces habría vivido 40 años, y si el eclipse del día de la crucifixión (según Lucas 23:45) fue el del 24 de noviembre del año 29, entonces habría vivido 36 años. El caso es que si Jesús hubiera sido crucificado a los 33 años sería sin considerar que naciera 7 años antes de lo establecido y sin considerar ningún eclipse de sol, dato señalado por Lucas en 23:45.
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