domingo, 28 de marzo de 2010

El alimento de la inmortalidad

"Maná" es una palabra que, por educación religiosa, asociamos instantáneamente a la imagen de un mítico "pan celestial o divino" que el pueblo hebreo, guiado por Moisés, recibe de su Dios durante su marcha a través del desierto. El autor del libro del Éxodo de la Biblia cuenta en el capítulo 16 versículos 13 a 15 que en torno al campamento de los hebreos apareció una capa de rocío que al evaporarse quedó como algo que los hebreos, al verlo, exclamaron "man hu " que, según el autor del Éxodo, significa "¿qué es esto?".
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Por su lado, en el Nuevo Testamento también se hace referencia al "alimento de la inmortalidad" en Juan 6:32, en que Cristo, a través de Jesús, dice a los judíos que se procuren el alimento que dura para la vida eterna (Juan 6:27) pues sus padres comieron el maná en el desierto y murieron (6:49), que no fue Moisés el que les dio el pan del cielo y que él es el pan de la vida (Juan 6:48) que baja del cielo y que el que come de él no muere (6:50). Es decir, que el que come de él cobra la inmortalidad, tal como los dioses olímpicos de la mitología griega que se alimentaban de la ambrosía, el mítico alimento que confería la inmortalidad. El propio Jesús recuerda a los judíos que son dioses (Juan 10:34, de Salmos 82 [81]:6). Por esto, el maná viene a ser el símbolo hebreo/cristiano paralelo de la ambrosía de la mitología griega, si bien Jesucristo le resta el poder de dar la inmortalidad.
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Si el antiguo "Pueblo de Dios" fue el Hebreo y el actual es el Cristiano, y el pueblo hebreo recibió su maná, modernamente podemos ver en las hostias que reciben los cristianos un paralelismo con el maná de los hebreos, de modo que la Hostia sería un maná moderno que, como el de los hebros, tampoco otorga la inmortalidad aunque los fieles creen que en él está Cristo -Yo soy la vida- presente. De hecho, Cristo declara que para tener la vida eterna hay que beber su sangre y comer su carne porque son verdadera bebida y verdadera comida (Juan 6:54-55) y los sacerdotes no invitan a sus fieles a beber el vino, el cual tampoco les otorga a estos la eterna juventud. Una curiosa diferencia entre el maná hebreo y cristiano es que mientras los hebreos recibieron de su Dios el mandato de recoger maná durante 6 días y el 7º día no porque éste era el día de sabbath o descanso(sábado) o día consagrado por su Señor, los cristianos, en general, lo reciben precisamente el día que consagran a su Señor, el Domingo, es decir, curiosamente al revés del precepto de su propio Señor, el mismo que el de Moisés y los hebreos.
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De la expresión 'man hu ' puede proceder la palabra "manjar", término que usamos precisamente para hacer referencia a un "capricho de dioses", una comida exquisita de sabor sublime. Y posiblemente también el verbo francés "manger" (=comer) esté en relación con "manjar" y man hu, así como la palabra ' delicatessen ' y la expresión ' caprí de dieu '.
Una expresión relacionada con ese "alimento divino que baja del cielo" (maná) es "el dinero no cae del cielo".

viernes, 26 de marzo de 2010

Mala Vieja VS. Buena Nueva

La razón de que la palabra "evangelio" signifique "buena NUEVA" es que tiene la "NOVEDAD" de proponer la práctica del perdón como el camino que garantiza la Justicia del reino de Dios, cosa que no es posible con la VIEJA costumbre de la Ley del Talión (venganza confundida con justicia) establecida en el VIEJO o Antiguo testamento por el Dios de Moisés en Levítico 24:20 y en Deuteronomio 19:21.
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De ahí que la "mala VIEJA" se contraponga a la "buena NUEVA".
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De hecho, en el evangelio (Mateo 5:38) Jesús alude a dicha vieja ley de Yahvé y propone no hacer frente al que ataca (o no resistirse al malo) así como amar al enemigo para ser hijo Padre celestial.

miércoles, 24 de marzo de 2010

El Dios de Moisés y el Dios de Jesús

El "Dios" al que hablaba Jesús llamaba "Padre" no era el Dios de Moisés, Dios de los hebreos y de los 10 mandamientos que sería adoptado por el cristianismo católico. Mientras Moisés recibe de su Dios la ley del Talión (Levítico 24,20, Deuteronomio 19,21) Jesús toma tal frase del Dios de Moisés y le pone el "pero" en Mateo 5,38: "Pero yo os digo que no hagáis frente al que os ataca (o no os resistáis al malo)", pues Jesús habla de amar al enemigo y perdonar para poder ser hijos del "Padre" celestial. El perdón era una de las "novedades" del "Nuevo" testamento espiritual cuyo cumplimiento supondría heredar la herencia espiritual (reino) del padre espiritual (Dios), el mítico reino de Dios. Así mismo, en sus referencias a los maestros de la ley y fariseos que observaban la Ley mosaica, Jesús los identifica como los que se sientan en la cátedra de Moisés (Mateo 23,2) y recomienda a la gente guardar y hacer lo que les dicen, pero no hacer lo que hacen porque dicen y no hacen. También, en Juan 6,31 los judíos dicen a Jesús que sus padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Les dio a comer pan del cielo, pero Jesús les dice que no fue Moisés el que les dio el pan del cielo.

martes, 23 de marzo de 2010

Independientemente de que el final de la historia que cuentan los cuatro evangelistas fuera conocida de antemano por el protagonista (Jesús), no fue el pueblo judío el que cumpliera el papel de "matar a Jesús" sino el poder sacerdotal que necesitaba usar a la masa popular judía como fuerza física y de presión hacia el gobernador, que era el único poder -extensión del césar- con autoridad para ejecutar sentencias, como la misma sentencia que habían decidido los sumos sacerdotes al declarar reo de muerte a Jesús. Unos 300 años después, en el año 1.054 desde la Fundación de Roma (que aún no era el "325 de la era cristiana", cosa que ocurriría 200 años más tarde cuando Dionisio el Breve estableció el comienzo de la era cristiana), el emperador de Roma y el Clero legalizaron el cristianismo como religión oficial con el título de "catolicismo" en base a su propia imagen racionalista acerca de una realidad espiritual inimaginable (llamada "el Cristo", tradicionalmente asociada al hombre Jesús), pues creándola era como podían cumplir lo que Simeón le revelara a María sobre que su hijo sería signo de contradicción: que la imagen sobre "Cristo" creada por los sacerdotes fuera causa de división por no poder ser aceptada por todos de forma que la humanidad quedara dividida entre "creyentes" y "no creyentes" en tal imagen y organización. Divide y vencerás. Según cuentan los evangelistas, los líderes religiosos, temerosos de perder su necesario dinero en su alianza con el estado (el césar) y el poder sobre el pueblo sobre el que se apoyaban, estaban en continuo conflicto con Jesús y fueron los que decidieron que era reo de muerte. El pueblo judío sólo sería el instrumento con el que los sumos sacerdotes podían presionar al poder político que era el único que podía ejecutar sentencias. Después, desde el año 325, el Clero pasó a gobernar al nuevo "Pueblo de Dios", los cristianos, durante por lo menos 1685 años.

jueves, 4 de marzo de 2010

LA SEGUNDA VENIDA

Mientras los cristianos esperan al Mesías por segunda vez, los judíos le esperan por primera vez. Mateo, Marcos y Lucas desarrollan capítulos acerca de la segunda venida del Cristo a través de frases puestas en boca de Jesús. En tales capítulos se refieren detalles acerca de la segunda venida del Cristo. . Los tres evangelistas citados coinciden en que Jesús habla de que se producirían terremotos en diversos lugares como signos del comienzo de los dolores.. Habrá hambre y terremotos en diversos lugares. Eso será sólo el comienzo de los dolores.
( Mateo 24,7, Marcos 13,8, Lucas 21,11)

Lucas 21,25: Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas..
La expresión "comienzo de los dolores" se puede asociar a un parto como los dolores previos a un nacimiento y a un tiempo de felicidad, y en el caso de la evolución humana tras el derrumbe de una inestable estructura mental racionalista, dual y falta de la Sabiduría espiritual de la Madre Naturaleza, y la desaparición del correspondiente mundo artificial, la Casa sin cemento.
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Luego Jesús hace saber que esos sucesos son señales positivas pues indican la llegada de "vuestra liberación".
Lucas 21,28: Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación.

Cada persona puede interpretar a qué tipo de liberación se refiere Jesús.

Y a continuación lo explica con una metáfora comparando la germinación de las hojas de todos los árboles (y en concreto de la higuera) con los sucesos "catastróficos" en la Naturaleza, y al verano con el reino de Dios, pues cuando vemos brotar las hojas de los árboles lo interpretamos como la cercanía del verano. Así, cuando sucedan esos fenómenos serían señales de la llegada del reino de Dios.

Lucas 21,29: Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya echan brotes, al verlos, sabéis que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca.